domingo, 30 de junio de 2013

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No puede ser sino una historia de sufrimiento… la que te hace sentir la necesidad de mostrar un corazón de hierro
Pero te digo hoy y para siempre: Ningún corazón es de hierro.
Puedes fingir una fortaleza si eso te tranquiliza, sin embargo … me imagino también cómo te desespera. Si eso quieres, adelante… habla de lo mala persona que puedes llegar a ser, ríete del daño que has causado y cuando algo te duela… di que no te importa…. Y veamos el desenlace…
O si gustas… cambia hoy y empieza por llorar ese sufrimiento, el que te hizo ser así, asúmelo… y déjate sentir. Si eliges esto, bienvenido a la vida, porque de eso se trata… eso es vivir.

jueves, 23 de mayo de 2013

Millones de personas construyendo historias y nosotros queriendo olvidar…

 No nos cuestionemos la mierda que vivimos, sino lo que podemos sacar de todo esto: Infinitos aprendizajes, innumerables vivencias, heridas de guerra… incomprensibles sucesos a tan temprana edad.

Hoy te pregunto: ¿valió la pena?
Te respondo también: no lo dudes ni un segundo.

Nada fue en vano, NUNCA NADA ES EN VANO.
Despójate de ese dolor, ya no es más necesario. Se acabó el juego, ambos ganamos. Después de cada uno creerse perdedor, te lo afirmo…
habían otras mil maneras de salir, pero así fue la nuestra y ganamos… Cada uno por su lado tiene claro qué hacer, y por sobretodo, lo que no tiene que hacer. Yo por mi parte no lo volveré a repetir jamás. Me bajo de este tren, y espero que tú hagas lo mismo, no necesitamos más enemigos…  no nos necesitamos como enemigos.

           Perdóname tu frío, ese que sentiste sin mí cuando no sólo te dañé, sino que además no estaba ahí para contenerte. Yo te perdonaré el mío, ese que casi me mata, del que nunca te conté, ese del que todavía no te enteras.
Te regalo la dolorosa paz que siento al asimilar que se derrumbó ese viejo sueño. De sentir que éramos ideales, que éramos los únicos. Que nosotros éramos esas personas, las que no fuimos, las que ya no somos, las que no seremos.
Te regalo la luz de la tranquilidad de vernos convertidos en personas distintas, después de tantas tormentas.
...Y no te voy a mentir, también espero de tu parte algún regalo, tu visión de los hechos, el relato de tu dolor, la verbalización de ese sentimiento que nos destruyó y hoy construye gran parte de nuestra historia…. Pero eso más adelante, o tal vez en otra vida, cuando ambos seamos gatos.