domingo, 16 de junio de 2019


Verde Amarelo
Y confiados, a la orilla del cerro, dejamos que el tiempo pase y nos espere. Ya íbamos a llegar, pero con más idealización que realidad.
Nos sentamos a mirar el río, con ganas de quedarnos ahí para siempre. La música de fondo hacía parecer que acariciaba Libertad, y en ningún caso el contraste con la tierra, o las piedras. En ningún caso los pies sobre ella.
Mirábamos el río como si fuera el cielo de ese momento... y por más que retrocedo, no deja de serlo.
La realidad se dejó caer y fuimos llamados a deleitar a nuestras historias una vez más. Te equivocaste. Te volviste a equivocar.